sábado, 18 de marzo de 2017

Castellote y Aguaviva en plena flor

El buen tiempo ha venido de pronto a estos parajes del Bajo Aragón y la temperatura agradable, así como la naturaleza que empieza a despertar y los almendros a florecer invitan a sacar la moto y dar una vuelta para disfrutar de nuestra pasión.

La ocasión era ideal para acercarme a Castellote, con sus fabulosas formaciones rocosas y desde allí disfrutar de la TE-8301 que nos lleva por Jaganta y Las Parras de Castellote para desembocar en Aguaviva. La carretera está muy rota, con gravilla y baches por doquier, pero a cambio sus paisajes y la tranquilidad del entorno merece la pena el esfuerzo de adentrarse en ella. Nos van a ir rodeando bosques de pinos, sabinas y tramos de monte bajo, mientras nos vamos escurriendo entre valles y altos. Ya llegando a Aguaviva podemos ver los siempre nobles olivos a ambos márgenes de la carretera.

A la entrada de Castellote

Impresionantes formaciones rocosas

Túnel de entrada

Paisaje

Pendiente prolongada


En Aguaviva paramos a tomar algo en el restaurante Altabella, establecimiento que forma parte de los recomendados por las Rutas Moteras del Bajo Aragón. Y en verdad la conversación y amabilidad de su dueño así lo atestiguan. No es moderno ni lujoso, pero si acojedor y agradable. Reponemos fuerzas, hablamos con los lugareños un rato y retomamos la marcha por la A-1409 dirección a La Ginebrosa, donde encontramos varios rincones donde admirar la belleza de los almendros completamente cubiertos de flores. La parada para fotografiarlos es obligada.

Almendros en flor
A la vera del camino


Después de la sesión fotográfica continuamos por la A-1409. Conectamos con La Cerollera y salimos a la N-232 que pronto perderemos como carretera de curvas y diversión, pues las obras de acondicionamiento están muy adelantas y los varios viaductos y el túnel a la entrada de Monroyo harán desaparecer las infinitas curvas que ahora la pueblan. Nos tendremos que conformar con su recuerdo y el recuerdo de este magnífico día que así concluye.

lunes, 13 de marzo de 2017

Ciurana de Tarragona, actual Siurana

Hay veces en que en alguna agradable charla con amigos oyes el nombre de un lugar, pueblo o paraje que te lo pintan como maravilloso y encantador. Alaban las bondades de sus vistas, su gastronomía o sus gentes amables y hospitalarias. Entonces saltan algunos resortes en mi cabeza aventurera y te dices, ¡lo tengo que visitar! Y si encima el viaje lo puedes hacer en moto, pues todavía mejor.

Esto es justo lo que me paso con la localidad tarraconense de Siurana, situada en plena Sierra de Montsant dentro de la comarca del Priorat. Actualmente pertenece al municipio de Cornudella de Montsant. Está considerado uno de los pueblos más bellos de la provincia y sus vistas del valle del río Ciurana y su embalse son espectaculares. Además es punto habitual de reunión de excursionistas y escaladores que encuentran en su entorno un lugar magnífico para su actividad.

El origen de la ciudad data de la época de la ocupación musulmana de la península (en torno al año 869 d.c.), encontrando entre estas montañas un lugar seguro y difícil de conquistar por las tropas cristianas de los sucesivos condes de Barcelona. Así el castillo original sería de origen musulmán y dado lo inexpugnable del lugar, constituyó el último bastión musulmán en tierras catalanas. Su conquista definitiva tuvo lugar en el año 1154. Debido a la épica de tal conquista figuran diversas leyendas entre la que destaca la de la reina mora, que cuenta como la reina Abd-el-azia, al ver que el castillo era irremediablemente asaltado por los cristianos, saltó al vacío por el precipicio montada en su caballo, cuya huella quedó grabada en la roca. 

Huella del caballo de la reina Abd-el-azia